La Ruta de la Casita-Capítulo 2

Continuamos nuestra aventura en coche por «La ruta de la Casita».  Como ahora veréis, si la Alsacia (La Ruta de la Casita – Capítulo 1) estaba llena de «casitas» de colores vivos con estructuras de madera, ahora iremos encontrando «casitas» quizás algo menos coloridas, algunas solo de ladrillo, pero de estrechísimas fachadas y cubiertas puntiagudas.

En lo que queda de ruta os cuento mi experiencia en Colonia, Zaanse Schans, Ámsterdam, Brujas, París y Burdeos. ¡Espero que os sea útil!

_COLONIA

Colonia_Skyline

Después de estos día en Francia, partimos rumbo a Alemania. Llegamos casi a las tres de la tarde, hora bastante tardía para que te den de comer en Alemania, así que, tiramos del socorrido Big Mc.

Después de comer, cruzamos el Rhin por el Deutzer Brücke, para poder contemplar desde lejos el Hohenzollernbrücke, el puente más famoso de la ciudad.

 Colonia _ Puente Hohenzollern

 

Nos dirigimos hacia la Heumarkt, una amplia plaza, con suelo adoquinado y casas con bonitas y estrechas fachadas de colores y cubiertas triangulares a dos y cuatro aguas. Además esta plaza está llena de terrazas ideales para tomar una Kölsch, la cerveza típica de Colonia.

Continuamos el paseo hacia la Altermarkt, otra plaza similar a la anterior, también llena de terrazas pero en mi opinión más a cogedora, al ser algo más pequeña y cerrada.

Justo al lado, se encuentra la Rarhausplatz, que aloja el Ayuntamiento de Colonia (Kölner Rathaus), un precioso edificio con una mezcla de estilos arquitectónicos y una bonita torre gótica (Ratsturn), que no pudimos apreciar en todo su esplendor porque estaba siendo restaurado.

Seguimos nuestro camino hacía el edificio más representativo e imponente de Colonia: su catedral, que sobrevivió casi ilesa a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Se eleva elegante y regia hacia el cielo y te hace sentir realmente minúsculo. De hecho es la catedral más alta de Europa y fue el edificio más alto del mundo hasta la construcción del monumento a Washington. Además aloja la campana más grande del mundo y el relicario de sus majestades Los Reyes Magos de Oriente.

 

Colonia _Catedral

 

Las fotos no son muy buenas pues, como el Ayuntamiento, también estaban reparando su fachada. Todo el mundo dice que «está muy sucia y negra», y es que la contaminación y las numerosas palomas dañan notablemente su fachada. Para mi gusto eso le otorga cierto carácter, a fin de cuentas, lleva muchos años allí…

Después de contemplar largo rato la catedral por dentro y por fuera y comprar unos frasquitos de agua de Colonia, decidimos acercarnos a la orilla del Rhin y pasear por allí. Pasamos por delante del museo Ludwig de arte contemporáneo, que me quedé con ganas de visitar porque cerraba a las seis de la tarde (de nuevo el horario europeo!!!).

Continuamos nuestro paseo a orillas del Rhin hasta llegar a la Fischmarkt, que de nuevo aloja casitas con estrechas fachadas de vivos colores y además una bonita iglesia, la Groβ St. Martin Kirche.

Decidimos volver hacia la Altermarkt donde por fin nos tomamos unas Kölsch y cenamos unos tipiquísimos platos alemanes: una ensalada de col, un delicioso codillo y por supuesto una Wurst (salchicha). ¡Deliciosa cena!

 

Colonia_ Kölsch, cervezas típicas de Colonia

 

Colonia_ Comida típica alemana

 

Ya de noche, nos acercamos al famoso puente Hohenzollern, que como ya es tradición en muchos puentes de Europa, está repleto de candados que prometen amor eterno. Cruzamos a la otra orilla para contemplar y hacer la obligatoria foto de la típica imagen de Colonia, con el puente, el río y la impresionante catedral de fondo. ¡Precioso!

 

Colonia_ Candados en el puente de Hohenzollern

 

Colonia_Vista del puente de Hohenzollern y la catedral

 

_ ZAANSE SCHANS

Zaanse Schans _ Molinos

 

Un amigo nos dijo que si íbamos a visitar Ámsterdam no podíamos dejar de acercarnos a este pueblo, Zaanse Schans, que se encuentra a escasos 30 minutos de Ámsterdam en coche.

Si piensas en cómo sería un típico pueblo holandés estoy segura de que lo imaginarias así: con preciosas casitas de madera, vacas pastando a sus anchas, carretas con lecheras, tiendas de dulces caseros y chocolate, y como no, ¡con molinos! Pues justo eso es Zaanse Schans.

Zaanse Schans _ Casas encantadoras

 

Zaanse Schans _ Vacas pastando

 

Zaanse Schans _ Molinos

 

Zaanse Schans _ Molinos

 

Sus molinos, que se encuentran en muy buen estado le dan un encanto increíble y, de hecho, cada vez se está haciendo más conocido gracias a ellos. La verdad es que aunque tiene bastantes visitantes conserva todo su encanto y se respira tranquilidad allí.

Como veis, incluyo bastantes fotos de este pueblo porque realmente me encantó, aunque es una pena que en ellas no haya podido capturar el delicioso olor a chocolate que se respira en todo el pueblo. ¡Tendréis que visitarlo!

Zaanse Schans _ Lecheras

 

Zaanse Schans _ Waffles, dulces típicos

 

        Zaanse Schans _ Skyline 

 

 

_AMSTERDAM

          Ámsterdam _ Típica vista del canal

 

Después de pasar una estupenda mañana en Zaanse Schans, nos dispusimos  a disfrutar de la tarde en Ámsterdam.

Tomamos un tren desde el hotel hasta la estación de Ámsterdam Central, perfecta para visitar el centro de la ciudad, y he de decir que, nada más salir de la estación estuvimos al borde de la muerte. Muerte por atropello de bicicleta. Varias veces…

Hasta que no llevas unas horas en la ciudad no empiezas a acostumbrarte a esa locura de bicicletas que te sorprende en cada esquina, en todas direcciones y sin excesivo respeto por el pobre peatón.

Desde la estación, caminamos un poco por inercia,  por la  Nieuwezijds y nos vimos poco a poco inmersos en el famoso Barrio Rojo.

Aunque lo esperas, resulta curioso y chocante, en primer lugar ver semejante cantidad de sex-shops juntas. En segundo lugar, el «sugerente» y permanente olor a cannabis que hay en las calles, ya no solo en esta zona, sino en casi toda la ciudad. Allí fuma gente de todas la edades y a cualquier hora con total naturalidad. Y en tercer lugar, no puede dejar de chocarme la naturalidad con la que el turista se pasea por las calles del barrio rojo, mirando las ventanas iluminadas donde hay mujeres que se exhiben semidesnudas.

No hablaré de que la prostitución allí sea legal, ni de que esas mujeres paguen sus impuestos por estar en esas ventanas. En principio, e intentando mirar con la mente lo más abierta posible y libre de prejuicios, cada uno es propietario de su cuerpo y si las relaciones son consentidas, una prohibición perjudicaría a trabajadora y cliente.  Y si, digo trabajadora porque solo son mujeres.

Me gustaría pensar que siendo una actividad legal está todo más controlado y todas las mujeres que están allí lo están porque quieren estarlo… Veo que la publicidad de Amsterdam lo envuelve todo de una especie de orgullo por las políticas liberales que tiene. Pero… lo cierto es que es  bastante probable que haya organizaciones criminales obligando a mujeres a estar ahí…Y los turistas vamos a verlo…

Volviendo a la ciudad, una vez salimos del Red Light District, visitamos la Nieuwe Kerk, donde se casaron los ahora reyes de Holanda. Pocos pasos más adelante, llegamos a la Piazza Dam, donde se encuentran el monumento nacional y el Palacio real de Amsterdam.

Paseando por el canal Singel, llegamos hasta el Mercado de las Flores (Bloemenmarkt), donde por supuesto se venden flores, artículos de jardinería y sobre todo bulbos de tulipán de todos los colores. Es muy curioso ver que las tiendas se encuentran sobre barcas y plataformas situadas sobre el canal. Visita obligatoria en Amsterdam.

Para terminar el día paseamos y cenamos en la calle Damrak, que es la calle de tiendas por excelencia de la ciudad.

El segundo día en la ciudad lo comenzamos paseando de nuevo pos la calle Damrak, donde en muchas de las tiendas te puedes hacer fotos con unos gigantes zuecos holandeses.

Continuamos caminando hasta la iglesia Westerkerk cerca de la cual se encuentra la famosa casa de Anne Frank. Si quieres visitarla por dentro mi recomendación es que lleves la entrada comprada de antemano por Internet, porque se forman largas colas para conseguir tickets allí.

Continuamos nuestro camino siguiendo el Canal de los Principes, rumbo a la calle Pieter Cornelisz Hooftstraat. En esta calle se alojan las marcas más caras y prestigiosas de la moda y en ella se localiza la preciosa tienda de Chanel diseñada por el grupo de arquitectos holandeses MVRDV. La fachada de ladrillo de la tienda se va difuminando a medida que se acerca al suelo.Los lasdrillos convencionales se sustituyen por ladrillos de vidrio consiguiendo preciosa fachada semitransparente.

          Ámsterdam_ Tienda de Chanel. Crystal Houses MVRDV

 

Reconozco que no es la típica visita que se hace en la ciudad pero realmente merece la pena. Me quedé con las ganas de visitar los apartamentos WoZoCo, también de MVRDV. Es un curioso edificio con voladizos imposibles pero que por desgracia, se encuentran demasiado alejados del centro. Si tenéis oportunidad no os los perdáis. ¡Son muy curiosos y les dieron la fama que ahora tienen a sus creadores!

Continuando nuestra ruta llegamos a la llamada Plaza de los Museos (Museumpleim). Aquí se encuentran el Rijkmuseum, el museo Stedelijk y el valoradísimo Museo Van Gohg. Además aquí se pueden encontrar el famoso letrero de «I Amsterdam«. Todos intentamos tomar la típica foto allí pero es tal la cantidad de gente que hay trepando y subiéndose por las letras con sus respectivos fotógrafos, que se convierte en misión imposible.

Nos acercamos después hasta el Mercado de Albert Cuyp. Es un clásico mercadillo de frutas , verduras, ropa y de todo un poco, muy concurrido y animado. Además es una zona llena de restaurantes y cafés, así que aprovechamos para comer unas riquísimas hamburguesas.

Proseguimos la ruta caminando junto al rio Amstel hasta llegar a la plaza de Rembrandt (Rembrandtplein). Es una plaza muy agradable y además tiene un curioso conjunto de esculturas que representa en conocidísimo cuadro de Rembrandt «La ronda de Noche».

         Ámsterdam – Casas junto a los canales

 

Finalmente, nos dirigimos hacia la Estación Central para coger un paseo en barca por los canales. Hay dos tipos de paseos en barca. Unos son los «Hop-On, Hop-Off» que funcionan como autobuses. Puedes subir y bajar de ellos en múltiples paradas distribuidas por toda la ciudad. La otra opción son los paseos largos, de una o dos horas, que se cogen solo en unos pocos puntos de la ciudad: junto a la Estación Central o junto a la casa de Anne Frank.

Nosotros nos decidimos por estos últimos: un paseo de una hora en barca al atardecer. Os aseguro que merece realmente la pena. Había leído varias veces que Ámsterdam se ve mejor desde los canales. ¡No puedo estar más de acuerdo!

 

 

_BRUJAS

Brujas _ Vista de unos de sus Canales

 

Brujas es una ciudad medieval que, por sus canales, suele ser comparada con Venecia y, de hecho, es por muchos apodada como «La Venecia del Norte».

La ciudad fue declarada patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000 y es que cada rincón de Brujas es encantador.

Nosotros pasamos aquí dos días aunque es una ciudad muy pequeña y basta con un día para conocerla bien.

Comenzamos nuestra visita caminando desde el hotel por la calle Zuidzandstraat, que está llena de tiendas, hasta toparnos con  la Catedral de Saint Salvator. Continuamos caminando por la Steenstraat, hasta llegar a la plaza Markt. Esta plaza es una de las zonas más conocidas de la ciudad. Está llena de cafeterías y restaurantes con terrazas muy agradables y además aloja varios edificios emblemáticos como la torre Belfort o el Historium, que es un museo de historia interactivo.

 

Brujas _ Torre Belfort en la plaza Markt

 

Continuamos hacia la Burg Square, otra bonita plaza donde se encuentra el Hotel de Ville de Brujas (ayuntamiento)  y la basílica de la Santa Sangre.

Cruzamos el canal y llegamos hasta la Vismarkt, antiguamente mercado del pescado de Brujas. Hoy en día sigue funcionando como mercado. Se sigue vendiendo pescado, especialmente mejillones (mussels) que son muy típicos en la zona, pero también se venden cuadros, complementos, carne a la brasa y cerveza, mucha cerveza. El segundo día que pasé por aquí, el panorama era muy distinto. En lugar de puestos de mercado había un montón de gente bailando una especie de danza regional. ¡Fue muy curioso y muy divertido1

De nuevo, los horarios de la zona nos descolocaron un poco. Hacia las seis de la tarde cierran todas las tiendas y la vida de la ciudad se apaga un poco. Así que dimos un pequeño paseo más, tomamos un chocolate caliente a modo de cena y volvimos al hotel.

 

Brujas _ Sus calles adoquinadas

Brujas _ Vista de unos de sus Canales

 

Al día siguiente, lo primero que hicimos fue acercarnos hasta la zona de Kruisvest. Se trata de un precioso y tranquilo parque que se extiende junto al canal principal. Lo más curioso es que aquí se pueden encontrar también cuatro preciosos molinos de viento. Están realmente bien conservados y, al menos uno de ellos, el de Sint Janshuis, se puede visitar por dentro.

 

Brujas _ Sus molinos en Kruisvest

 

Brujas _ Sus molinos en Kruisvest

 

El resto del día lo pasamos paseando la ciudad sin rumbo fijo, disfrutando de cada uno de sus rincones y su estética medieval. Aprovechamos para comprar chocolates, pues la ciudad está llena de preciosas chocolaterías,  probamos los famosos «mussels» y también varias cervezas belgas.

Brujas _ Típicos mejillones «Mussels»

 

Brujas _ Cervezas típicas belgas

 

_PARIS

¡Ay Paris! Es realmente de las ciudades más bonitas y monumentales del mundo! Llegamos sobre las tres de la tarde, comimos unas pizzas rápidamente antes de que cerraran todas las cocinas y nos dirigimos hacia nuestra zona favorita de Paris: el barrio de Montmartre.

Para movernos por la ciudad casi siempre usamos el metro. Es muy facil orientarse en él y además en Paris las distancias engañan y todo está bastante más lejos de lo que parece…

París _ Sacré Coeur en Montmartre

 

           París _ Sacré Coeur en Montmartre

 

Coronando el barrio de Montmartre, se encentra la preciosa y blanca basílica del Sacré Coeur. Aunque siempre hay mucho turista, la zona es encantadora y además se puede disfrutar de unas impresionantes vistas de Paris.

Las calles que conforman el barrio de Montmarte, «el barrio bohemio de los pintores» está llena de eso justamente, de muchos pintores, que venden sus cuadros o se ofrecen a retratarte en el momento. ¡A mí me conquista este ambiente!

A los pies de este barrio se localiza el famoso cabaret Moulin Rouge. Ahora han proliferado muchos sexs-hops y burdeles junto a el, pero el Moulin Rouge hoy en día ofrece cenas y espectáculos de cabaret bastante más elegantes.

Continuamos nuestro camino hacia la preciosísima Ópera de París y continuamos por la Avenida de la Ópera hasta llegar al Louvre.

Esta vez no visitamos el Museo Louvre por dentro, pues ya os aseguro que visitar el museo (y dejando detalles) lleva con seguridad al menos un día entero. Es uno de los museos más importantes del mundo y es una visita obligatoria en Paris.

Paramos a tomas unas crêpes como cena y para terminar el día decidimos hacer un tour nocturno de dos horas en autobús. Pagamos 22 euros por persona y el viaje realmente merece mucho la pena. La vista de los distintos monumentos de París iluminados por la noche no tiene precio…

 

          París _ Torre Eiffel de noche

 

El día siguiente lo comenzamos visitando el centro Georges Pompidou. Obligué a mis compañeros de viaje a visitarlo al menos por fuera pero no conseguí convencerlos para entrar a ver un poco de arte contemporáneo. ¡Otra vez será!

         París _ Centro Georges Pompidou

 

París _ Graffiti junto a Centro Georges Pompidou

 

Cerca de allí se encuentra la Île de la Cité, donde se encuentra la Catedral de Notre Dame. ¿Qué os voy a decir? Hay que visitarla… Caminamos junto al Sena admirando los distintos puentes que lo cruzan, hasta llegar al Pont de la Concorde.

Paseamos los Jardines de las Tullerías y  la avenida de los Campos Eliseos, disfrutando de toda su vida y sus impresionantes tiendas, y paramos a comer por allí. Después de la parada, terminamos de recorrer esta famosa calle para llegar al Arco del Triunfo, donde estuvimos un buen rato intentando conseguir una foto decente: sin demasiados coche y sin demasiada gente.

 

París _ Arco del trunfo (y yo)

Tomamos el metro para acercarnos hasta la zona de la Torre Eiffel y El Trocadero y de nuevo nos intentamos hacer con la instantánea perfecta. Nosotros y un millar más de turistas, pero aun así, vale la pena.

Aproximandonos a la torre, tomamos unas deliciosas crêpes en un puesto ambulante y continuamos paseando los Campos de Marte, un parque que se extiende junto a la torre.

París _ Torre Eiffel

Para terminar el día nos acercamos hasta el antiguo hospital de Los Inválidos, que ahora es el museo del ejército. Es realmente inmenso y tiene junto a su fachada principal una colección ocho antiguos cañones.

Finalmente, cruzamos el Puente Alexandre III, que tiene la merecida fama de ser el puente más bonito de París, y nos acercamos hasta el Grand Palais y el Petite Palais, que hoy en día Museo de Bellas Artes de París.

París _ Vista del Puente Alexandre III desde el Puente de La Concorde

 

Siento que lo que os cuento de París pueda parecer un poco escaso o superficial, pero dos días en París no dan para mucho más. Se necesitan muchos más para verla bien y poder hacer la ciudad un poco tuya…

De hecho, a pesar de ser la segunda vez que visito París, siento de nuevo que me queda mucho mucho más por ver. Que me pierdo infinitos detalles. Así que tendré que volver…

 

_BURDEOS

Burdeos _ Calle Rue Vital Carles con la Catedral de fondo

 

Con Burdeos me pasó algo parecido que con Lyon: fue una grata sorpresa y una alegría incluirla finalmente en la ruta. Llegamos sobre las cinco de la tarde y tomamos un tranvía desde el hotel al centro.

El centro de Burdeos es bastante pequeño pero está lleno de encanto, de ambiente y de gente joven. Caminamos hasta la plaza del Gran Teatro de Burdeos, que es un efificio realmente monumental. En la plaza también se puede ver una curiosa escultura de Jaume Plensa.

Burdeos _ Gran Teatro

 

Continuamos hasta llegar a la impresionante  Plaza de la Bolsa. Junto a ella se localiza uno de los puntos más turísticos de la ciudad: El Espejo de Agua.

Se trata de una fuente de agua en el suelo en el que la gente se refresca y que al dejar permanentemente la superficie del suelo mojada, refleja los hermosos edificios de la Plaza de la Bolsa.

Seguimos nuestro camino visitando la Catedral de San Andrés y la torre de Pey Berland, la cual se puede visitar subiendo más de doscientos escalones para admirar unas preciosas vistas de la ciudad.

Burdeos _ Catedral de San Andrés

 

Burdeos _ Torre de Pey Berland

 

Para terminar el día, y también nuestro largo viaje veraniego, cenamos en una de las terrazas de la plaza de la catedral y nos acercamos hasta La porte de Cailhau. Es una antigua puerta de la muralla realmente preciosa con apariencia de castillo medieval.

           Burdeos _  La porte de Cailhau

Y hasta aquí nuestro recorrido por Europa en «La Ruta de la Casita». Espero que os haya gustado, o al menos, ¡que os haya aportado algo de inspiración e ideas para futuros viajes!

¡Hasta pronto!

 

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*