FIB 2018

No voy a escribir un post de estos que no sabes si el balance ha sido positivo o negativo hasta el final, o de esos que después de leerlo entero no tienes muy claro si te recomiendan o no la experiencia. Yo os lo digo ya.

¡Sí, lo pase genial!

¡Sí, repetiría (y repetiré)!

¡Y sí, sí y mil veces sí lo recomiendo!

Y ahora que hemos terminado con la tensión y la intriga… os cuento mi experiencia FIB y espero que todo aquel que esté dudoso se anime a ir.

PERFIL DEL FESTIVAL_ EL AMBIENTE Y LA GENTE

El grupo festivalero lo formábamos seis chicas de 27 años con muchas ganas de pasarlo bien pero bastante responsables. Digo esto, porque, a casi todos se nos pasa por la cabeza el ¿encajaré yo allí? o ¿será esto de mi estilo?

Yo desde luego, me suelo plantear si la gente será mucho más mayor, o mucho mas «teen» o si habrá demasiado desfase o muy poco ambiente. Sobre todo esto último.

Lo que yo pude ver es que había mucho, muchísimo ambiente, había gente de un rango de edad amplio, desde los 18 a los 40 en general aunque vi gente bastante más mayor y también vi niños.

Desde luego no veo mal que haya gente mayor porque soy firme defensora de hacer lo que nos gusta siempre, pero sí que diré que no me parece el lugar ideal para llevar a un niño por el simple hecho de que es un lugar con mucha gente  y gente que está bebiendo.

Se llama Festival Internacional de Benicassim y es que realmente es muy internacional. Había gente de muchos puntos de Europa, especialmente irlandeses e ingleses y desde luego también mucha gente española. Parece ser que incluso nuestro señor presidente del Gobierno.

El nivel de embriaguez del público, especialmente de aquellos a los que llamamos cariñosamente «guiris» era elevado, para que vamos a engañarnos. Pero la verdad es que cada uno iba a lo suyo, a pasárselo bien y sin meterse con nadie. No vi ni un solo conflicto en todo el tiempo que pasé en el festival y sin embargo sí que vi muy buen rollo y gente amable.

Puede que esto también tenga que ver con saber escoger el momento de irse de la fiesta. Nosotras decidimos marcharnos sobre las 5.30, media hora antes de que terminasen todos los conciertos. Creo que es un gran acierto. En primer lugar porque es el momento en que empieza a haber mucha gente ya «muy perjudicada» y en segundo lugar porque teníamos que coger un taxi a la salida para poder volver a nuestro apartamento.

Si apartamento. Porque no nos quedamos en el camping. Prácticamente todo el mundo nos había recomendado no acampar. Para todas nosotras el tener una cama cómoda y una ducha privada compensaba completamente el estar un poco alejadas del festival, en Oropesa.

LA ORGANIZACIÓN

También os ahorro la intriga aquí. La organización es muy muy buena. Un recinto muy amplio con mucha gente trabajando para que todo fluya y funcione a la perfección.

Había muchas barras y muchas personas atendiendo en cada una de ellas. No tardé más de 5 minutos en pedir una copa ninguna de las veces que fui a la barra.

Los escenarios estaban muy bien señalizados, en ningún momento se sentía agobio por la multitud, había muchas zonas para pedir comida, los precios eran altos pero dentro de lo esperable (una caña 3 euros, una copa 9),  los baños estaban bastante limpios  e incluso una persona repartía papel higiénico a la entrada, había muchas personas trabajando continuamente para mantener el recinto limpio y, esto último nos encantó, al pie de cada escenario había una persona dedicada solamente a darte vasos de agua. ¡Buen detalle, oye!

Los taxis también habían hecho los deberes y se habían organizado. Todos los mismos precios y todos te dejaban en el mismo punto, justo en el comienzo de la senda de tierra que hay que recorrer a pie hasta la entrada del festival.

Nosotras el primer día conseguimos un taxi grande, para poder ir las seis juntas, el taxista nos dio su tarjeta y ya le llamamos siempre a él, ¡se convirtió en nuestro chófer particular estos días!

EL CARTEL DE ESTE AÑO

¡Ay! Me pongo hasta nerviosa al hablar de este tema. Y es que uno de los cabezas de cartel de este año era nada más y nada menos que The Killers. Mi grupo más favorito del mundo. Tristemente por circunstancias de la vida, como que no nos arrancaba el coche nos perdimos la mitad del concierto.

Cosas del directo. Pero puedes fastidiarte la tarde a ti mismo o disfrutar de lo que queda. Hablando claro, fue una putada, pero solo por ver la otra mitad del concierto ya mereció la pena ir, para que veáis si son buenos los Killers.

Los chicos de Las Vegas rindieron homenaje a su ciudad y Brandon Flowers nos regaló no uno, sino dos modelitos al más puro estilo Elvis. Dos trajes que sólo él puede llevar con esa elegancia, la verdad.

Increíble fue «Read my mind», increíble «All these things that I’ve done», increíble «Human», increíble «Runaways» y por supuesto más que super increíble fue «Mr. Brightside». No me da vergüenza admitir que fue un momento piel de gallina, lagrimita y máxima motivación que nunca olvidaré.

Además de The Killers, el otro grupo que más ganas tenía de ver era The Vaccines y…también me lo perdí, por el mismo motivo.

La verdad es que tengo que decir que los grupos, digamos, secundarios, es decir, que no eran cabeza de cartel fueron una gratísima sorpresa.

El viernes además de The Killers no puedo dejar de comentar lo genial que lo pasamos viendo a  C. Tangana. Nos encantó en directo, se ganó completamente al público, como él dice,  cantándonos todos los hits seguidos y hasta tirando billetes con su cara. ¡Buen show!

El otro must de la noche para mí fue Erik Prydz. Tuvo al público en sus manos todo el tiempo. ¡Realmente estimulante!

El sábado disfrutamos del buen rollo de las canciones de The Kooks y después, del despliegue de luces y vestuario psicodélicos de Pet Shop Boys.

Y entonces llegó nuestro gran descubrimiento del festival, indie español con letras de desamor un poquito envenenadas: Rusos Blancos, nos encantaron. Terminamos la noche con Metronomy, otro descubrimiento.

Lo  cierto es que al final en un festival lo menos importante es que te gusten todos los grupos sino disfrutar con tus amigos y pasarlo bien. Y además, es muy probable que te hagas fan de algún nuevo grupo, como nos pasó a nosotras.

El festival completo duraba 4 días, desde el jueves 19 al domingo 22, pero nosotras fuimos solo dos días y yo, desde luego, me quedé con ganas de más.

EL LOOK

No podía dejar de dedicar un apartado a este tema…¡Qué despliegue de brilli brilli!

Es un festival para ir en zapatillas pero también un festival muy colorista. La mayor parte de la gente llevaba ropa llamativa y brillante y purpurina en la cara, en los pómulos, bajo los ojos y muchos chicos, en la barba.

El primer dia, nosotras fuimos muy comedidas y bastante discretas, pero el segundo nos unimos a la purpurina y a las flores en la cabeza. Aún así eramos las más discretas de la fiesta. ¡Todo vale allí!

En resumen, por si no había quedado suficientemente claro, lo repito, nuestra experiencia en el FIB fue genial y ¡tenemos toda la intención de repetir!

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